La cantidad de muertos por el terremoto del pasado lunes hasta este miércoles llegan a 11.200, de los cuales 8.574 se produjeron en Turquía y 2.662 en Siria. En ambos países golpeados por el desastre se contabilizan 55.000 heridos, muchos con fracturas y cortes de gravedad.
Pese a que en Turquía hay desplegados unos 60.000 miembros de equipos de rescate en la zona más golpeada, la devastación es de tal grado y el área tan amplia, que todavía hay lugares a los que no ha llegado ayuda alguna.
En medio del frío y la devastación, los socorristas, auxiliados por los primeros equipos de emergencia llegados de otros países, luchan contra el reloj para encontrar personas con vida tras el terremoto de magnitud 7,8, con epicentro en el sureste de Turquía.