•La “herencia maldita” mantenía a los servicios de salud hundidos, instalaciones en pésimas condiciones y llenos de corrupción
Con la firma del acuerdo marco para la ampliación del Programa IMSS-Bienestar en San Luis Potosí, se da un paso muy grande en el combate a la corrupción que imperaba en la Secretaría de Salud producto de la “maldita herencia”, declaró el Gobernador Potosino Ricardo Gallardo Cardona, tras afirmar que el proceso de federalización de los servicios médicos del Estado, evitará que cualquier servidor público de la nueva o futuras administraciones caigan en las mismas prácticas.
Con la presencia de los directores del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Juan Antonio Ferrer Aguilar y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, el mandatario estatal denunció que, de acuerdo a informaciones de la Auditoria Superior de la Federación, existen observaciones por más de mil millones de pesos a los Servicios de Salud de San Luis Potosí, ejercidos durante el pasado Gobierno, que la convierte en la más observada de todo el país y que da muestra de la realidad en la que se encontraron las cosas.
“Es muy importante este convenio, que vengan a ayudarnos, porque es un rescate real lo que se vive, porque el Estado no podía con todo y será una oportunidad para generar otras acciones a la par y sobre todo que nuestro Gobierno no tenga señalamientos a futuro como los que hoy tiene la “herencia maldita”, ya que la federación tendrá la operación”, agregó Gallardo Cardona.
El titular del Poder Ejecutivo del Estado, destacó que, en el tema de salud, lo elemental es cumplirle a la población con un servicio digno y de calidad, por lo que no debe verse como un negocio, lo que motivó al Gobierno del cambio aceptar una federalización que quitará cualquier tipo de mal manejo a los servicios de salud, pero que sobre todo garantizará una atención médica y medicinas gratuitas a las y los potosinos.
Finalmente reafirmó su compromiso con las familias potosinas, al adelantar que mientras concluya el proceso de federalización, que sería a finales de año, el Gobierno del cambio terminará el equipamiento del Hospital Central Ignacio Morones Prieto para dejarlo con más de 250 camas para atención, como lo avanzado en el área de urgencias y laboratorio que hoy ofrece servicio a todas y todos.