•La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado reconoce su valentía y dedicación en la defensa y protección de las y los potosinos durante tres décadas de servicio.
•Con 22 años de edad, ingresó a las filas de la seguridad pública en el Estado, llevándose consigo entrañables momentos en los que su vida estuvo en riesgo.
Noviembre de este año será un mes distinto para el Suboficial Sergio Galicia Ruiz, quien después de 30 años de trayectoria en el ámbito policial en San Luis Potosí, culmina con éxito y honor un importante capítulo de su vida, dejando huella entre sus compañeros y compañeras de sangre azul y en la ahora Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Estatal (SSPCE), en donde, sin duda, extrañarán verlo día con día en las instalaciones de la comandancia de la Guardia Civil Estatal.
Con su singular humor y plática en cada pasillo del edificio central, atiende sus funciones en lo que son sus últimos días laborales. Sus compañeros y compañeras de carrera, así como las y los nuevos elementos lo conocen por ser aguerrido, aventurero y “sin miedo a nada”, porque como bien señala, “si tuviera miedo no estaría aquí”, valentía que fue un sello distintivo en su carrera policial.
El comandante Galicia o “Zorrito”, como lo conocen con cariño sus amigos y amigas cercanas, inició su preparación como policía estatal un 5 de agosto de 1992, cuando a través de un anuncio en el periódico descubrió su vocación: servir a la ciudadanía, proteger el bienestar de la gente y mostrar un amor por la seguridad pública.
Con 22 años de edad y un entusiasmo inherente por pertenecer a una corporación policial, y aunque nadie de su familia se dedicó a la seguridad, para el comandante Galicia siempre fue un objetivo claro. Así, inició su carrera profesional gracias al impacto que tenía en ese momento el Grupo ALFA, distinguidos por portar su uniforme negro y sus insignias doradas, adiestrados para acciones tácticas antimotines.
Escalando en su formación policial, recuerda con orgullo los cursos que le permitieron fortalecer sus habilidades y destrezas, tanto en el área de investigación como en situaciones de riesgo y extremas, preparación que le mereció grandes anécdotas y el reconocimiento de liderazgo en diversas tareas operativas.
Su mente va a un momento de su vida inolvidable, en el cual con esa firmeza y vocación de servicio, no dudó en acudir con sus compañeros a un auxilio en la colonia Progreso en la capital. En ese entonces se encontraba en la base operativa en Simón Díaz cuando llegó una mujer solicitando del apoyo de la policía; recuerda que al llegar al lugar de los hechos fueron recibidos con disparos de armas de fuego, sin embargo eso no impidió brindar el apoyo que requerían. Con la adrenalina a tope, no cayó en cuenta que una bala le había alcanzado en el tobillo, sino hasta sentir que algo escurría percatándose que se trataba de sangre. De inmediato fue trasladado a la base operativa y posteriormente a un nosocomio, esto no impidió que su fuerza disminuyera, sino todo lo contrario.
Recuerda también cuando fueron a un operativo en Villa de Zaragoza, entre los cerros, civiles armados les disparaban cuando se desplegaban por la zona, pero con ímpetu y fuerza continuaron en el combate evitando ser lesionados por dichas personas.
Escuchar estas anécdotas podría atemorizar a muchas personas, pero no para un policía como Sergio Galicia, quien dice que no se quita el uniforme tan fácil y su actuar siempre fue con seguridad y confianza en sus habilidades.
Por ello, comenta que aunque no le gustaría retirarse, ya es tiempo de dejar a las nuevas generaciones de policías, a quienes invita a estar por pasión en esta labor: “sientan la policía, el contacto con la ciudadanía, quieran su uniforme”, porque eso, sin duda, será parte de sus vidas si es lo que realmente les apasiona.
“Normalmente, la gente no sabe lo que uno deja por estar en las calles, descuidamos a nuestra familia, hijos, perdemos días de cumpleaños, Navidad, Año Nuevo, muchas fechas importantes, descuidamos a los nuestros por proteger a la ciudadanía y siempre será un sacrificio que vale la pena si te gusta lo que haces”, concluyó.
Para la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado es un orgullo saber de tan valientes elementos, quienes dejan gran parte de su vida, empeño, dedicación y valores en la institución, quienes enaltecen con sus acciones la labor policial, como lo hizo el Suboficial Sergio Galicia Ruíz. ¡Gracias, Comandante, por 30 años al servicio de la protección y salvaguarda de las familias potosinas!, aunque hoy se cierra esta etapa, siempre perdurará en la memoria de nuevas generaciones de policías de la Guardia Civil Estatal.